Quiero jugar al Scrabble contigo hasta el amanecer, que me ganas todas las partidas para enamorarme cada segundo un poquito más de tu inteligencia.
Quiero que me despiertes con la música que te gusta a todo volumen, para que no oigan los vecinos cómo me vengo de ti: en todas las acepciones que contempla el Diccionario Panhispánico de Dudas.
Quiero que me escupas en la boca y me bautices en tu nombre: nunca fui tan devota de una religión como la que lleva tu nombre.
Quiero que perdamos los principios en privado y que seamos dos trastornos que sonríen en público.
Quiero conocerte de nuevo como si nunca me hubiera gustado mirarte sin pestañear para no perderme ni un segundo de tu presencia y contenerme apretando los puños que habitan en mi estómago para no pedirte besos que no me quieras dar.
Quiero sentarme contigo, saltarme mi abstinencia, para que se me vuelva a caer encima un señor totalmente etílico y volvamos a preguntarle si necesita ayuda mientras se alejaba como un cangrejo apoyando el peso de su equilibrio contra la pared.
Cuando dejé de verte me mudé de barrio para no recordarte en cada calle.
Quiero ordenar tu orden y desordenarte el pelo.
Quiero que me desordenes la cabeza y la organices a tu antojo, que te sientas cómoda viviendo en ella.
Quiero que me digas que soy una puta intensa y una pesada:
pero al oído.
Aixa Bonilla
Muchísimas gracias, de corazón, Bárbara 👽🪐 Gracias a ti por tus palabras y por acompañarme con las mías. Abrazos de…