Marciana

Quiero jugar al Scrabble contigo hasta el amanecer, que me ganas todas las partidas para enamorarme cada segundo un poquito más de tu inteligencia.
Quiero que me despiertes con la música que te gusta a todo volumen, para que no oigan los vecinos cómo me vengo de ti: en todas las acepciones que contempla el Diccionario Panhispánico de Dudas.
Quiero que me escupas en la boca y me bautices en tu nombre: nunca fui tan devota de una religión como la que lleva tu nombre.
Quiero que perdamos los principios en privado y que seamos dos trastornos que sonríen en público.
Quiero conocerte de nuevo como si nunca me hubiera gustado mirarte sin pestañear para no perderme ni un segundo de tu presencia y contenerme apretando los puños que habitan en mi estómago para no pedirte besos que no me quieras dar.
Quiero sentarme contigo, saltarme mi abstinencia, para que se me vuelva a caer encima un señor totalmente etílico y volvamos a preguntarle si necesita ayuda mientras se alejaba como un cangrejo apoyando el peso de su equilibrio contra la pared.

Cuando dejé de verte me mudé de barrio para no recordarte en cada calle.

Quiero ordenar tu orden y desordenarte el pelo.
Quiero que me desordenes la cabeza y la organices a tu antojo, que te sientas cómoda viviendo en ella.

Quiero que me digas que soy una puta intensa y una pesada:

pero al oído.

Aixa Bonilla

Valar Dohaeris

Ahora ya no culpo a mis manías de que no encajen con tu vida.

Caben mil personas dentro de un alma tan vacía, te nutres de mi sonrisa para convertirlo en dolor, y, cuando lloro sufrimiento tú lo callas con gritos y amenazas.

Hace tiempo que vivo dentro de una coraza,

he tirado las llaves de lo que llamaba “casa”,

en ti encontré un hogar que decidiste dejar vacío.

Ojalá no fuera tan serpiente para cambiar de piel, pero prefiero arrastrarme por el suelo toda la eternidad a recordar el tacto de tu piel sobre la mía.

Me abrí a ti con la voz temblorosa,

sonriendo cuando me despertaban tus mensajes,

pero es tan efímero lo especial,

y no entra en mis planes morirme a tu lado,

mientras sonríes al mismo idiota que nunca se preocupó por ti.

No voy a volver a la celda donde se estanca el tiempo.

Ya no espero nada de ti,

no te voy a escribir de nuevo,

no te preguntaré: ¿Qué tal estás?

Cada puto día de mi vida.

Ya solo dueles de las 17 a las 20

A ver si te despiden y dejas de molestar en el departamento sentimental de mi cabeza.

Geros ilias, ma lady.

Aixa Bonilla

Kryptonita

Cuando muera otra vez: no llores por mí.

La muerte siempre se adelanta a mis planes, me espera en la esquina más recóndita de mi memoria, agachada y en silencio, como un animal salvaje que acecha a su presa, aguarda que cruce el umbral donde guardé mis ilusiones contigo para acabar conmigo y explicarme que, la locura, es repetir lo mismo esperando un resultado diferente.

No hay duda alguna en que estoy rematadamente loca, porque no dejo de entregar mi amor y mi tiempo a quien no le mata pensar en que no estoy ahí.

Soy la última hija de Krypton.

La solitaria, la única de mi especie, la débil más fuerte con la que te cruzarás jamás.

La que recibe cada noche un navajazo en el corazón porque eres mi recuerdo Kryptonita.

La única capaz de matarme cada noche para hacerme vivir sin ti por la mañana.

La única capaz de torturarme solo con su forma de hablar.

La única en la que puedo pensar,

aunque signifique morir otra noche más.

Aixa Bonilla

Ambientador de pino

Quiero hacerte una bolita con mis dedos y tirarte por el desagüe del lavabo.

Que viajes a toda velocidad como en los túneles del AquaPark.

Me imagino esperanzada que acabes en una planta depuradora, y,de alguna manera, consigan lo imposible: arrancarte toda la suciedad que te conforma, verte menguar y dejarte limpia e infinitesimal.

Pagaría con partes de mi propio cuerpo por ver cómo te obligan a convivir con alguien exactamente igual a ti y que, así, comprendas que es imposible ser feliz a tu lado.

He puesto un ambientador con olor a pino recién cortado en el lado que te guardaba en mi cama.

Me he cansado me mirar el móvil esperando algo tuyo, ahora salgo y lo dejo en casa.

Ya no sonrío si me escribes,

ya no creo que seas diferente a las demás,

solo otra pieza rota del sistema,

que deja cadáveres a su paso,

a quien le hablas y te ignora cada palabra dicha.

Por lo menos ahora sé que prefiero el olor a pino recién cortado que imaginarme un día más tus manos.

Aixa Bonilla

Melanina

Llevaba tiempo esperándote,

cuando, de pronto,

he visto tu mano salir del barro.

No lo he dudado ni un instante,

me he tirado de cabeza para agarrarte fuerte,

para así poder sumergirme en tu rincón solitario

y besar tus pies mientras te empujo hacia arriba.

¿La has visto ya?

La luz que desprende el mundo cuando tú lo miras.

Brillas tanto al sonreír que me he quedado ciega por no parar de mirar tus dientes.

Me gusta que te apartes el pelo cuando todo se enreda para mirarlo de frente.

Me gusta oírte hablar porque tu voz es la música más bonita que he escuchado jamás.

Me gusta pensar que, quizás, también sonríes cuando escuchas la mía.

Sé que el paraíso estelar está dentro de ti, porque he guardado en mi cuero el infierno para que, cuando me abraces, sientas el calor de todos las hogueras que arden quemando la carne de los que te hirieron.

Viviría feliz en tu mente porque ya sé lo que hay, porque hace tiempo que no me da miedo ni el miedo, y quiero presentarte a mi soledad y que acompañe a la tuya.

Estando solas, pero tan juntas, que hasta se ha sincronizado nuestro respirar.

¿La has visto ya?

La luz que desprendes mientras sonríes.

Y, por ti, no me importa ser un insecto ciego por la luz que no para de chocarse con tu sonrisa.

¿La ves ya?

Cualquier luz puede bailarse.

Aixa Bonilla

Blink-182

Se me ha metido en el pecho una tormenta tropical: las palmeras me enredan el pelo, la lluvia golpea con fuerza mis ojos por dentro; queriendo salir, apretando para no dejar que huracán incontrolable salga por mi boca.

Me he pasado el día entero echando de menos tu voz, no quiero ser pesada, no más que una hoja seca en el suelo que cruje lamentándose al ser pisada: no más que eso.

Pero tengo que agarrar mis manos con mis propias manos para no escribirte y decirte lo que nunca quise que pasara: Oye, te echo de menos. Mándame alguna foto con cara de idiota donde sabes que sales corrosivamente guapa.

[BORRAR MENSAJE]

*click*

He leído otro texto tuyo echando de menos a alguien que no soy yo mientras te echo de menos sin saber si quiera si te echo de menos o puedo permitirme echarte de menos.

Porque tú no me echas de menos.

Y,

no me importa,

porque solo me importa que hayas sonreído hoy, que alguien te haya hecho feliz, que no tengas los ojos tristes, que conmigo no tienes que disimular, que me da igual esperarte contigo hasta que te encuentres otra vez.

Que me da igual saber que si te quiero solo me dirías: I Know.

Oye tú, te echo de menos. No quiero pero, llevo todo el día pensando en tu pelo.

No quiero echarte de menos.

Pero te echo tanto de menos.

[BORRAR MENSAJE]

*click*

Aixa Bonilla

La mujer del tiempo

El pronóstico para hoy nos muestra una alteración entre nubes y claros, cuando caiga el sol se prevé tormenta en toda la región y rachas de viento que llegarán a superar los 50 km/h en algunos puntos.

Mi cabeza es la pantalla verde de los 90 donde los espectadores veíamos el mapa del tiempo y el presentador se veía en una tele para saber dónde estaba señalando con su boli bic.

Tecnología punta.

Hoy tienen unas pantallas táctiles.

Se rompió la magia del juego de manos que nos advertía del frío.

Ya casi nunca hace frío.

Pero ni mucho menos quedaba algo de calor, era una temperatura neutra y estática, una cárcel meteorológica donde siempre hacía el mismo clima: agrio y violento.

He puesto música que hacía años que no escuchaba, y,

de repente lo he entendido todo:

acabo de conocerme de nuevo,

porque ahora,

lo primero que hago al levantarme es sonreír

y abrir las ventanas para mirar el mar.

Esto sí que no podían predecirlo los meteorólogos: reconozco de nuevo el tacto de mi piel bajo la lluvia, el viento, la arena y el calor.

Ya solo hace frío cuando sopla el viento del norte.

Pero ha vuelto el calor a mis ojos.

Aixa Bonilla

HADES

Todas las mañanas me levanto pensando en ti, se me pone el corazón quinceañero cuando me escribes y veo tu nombre en la pantalla, me destrozo la cabeza y los dientes cada vez que desapareces y no sé nada de ti.

Con tus ojos encendiste la luz que apagaron en mi vida, solo te señalé el interruptor y no te hizo falta usarlo para sacarme de la oscuridad en la que te esperaba, llorando en una esquina, encerrada, con los golpes como coraza, con la cabeza pensando en tu cara.

Solo te hizo falta sonreírme para que se me olvidara la larga temporada en el infierno que me tocó vivir.

Estamos cada una en un extremo de la piscina infinita a la que nos da miedo saltar, pero yo ya me estoy quitando la ropa y estoy lista para nadar hasta ahogarme y morir esperando tener la suerte de resucitar en tus brazos.

Hoy no, Caronte.

Dile a Hades que estoy esperando a la mujer que me va a romper el corazón y yo solo sonreiré cuando le regale los trozos.

Aixa Bonilla

Fin

Me he sentado con los pies colgando al mar

en la última piedra de Finisterre,

mirando como una niña al horizonte,

deseando que todo acabase

allá en la línea que separa el cielo del infierno.

El golpe de las olas contra la piedra hace que mis huesos suenen igual: agua erosionando la piedra sin piedad,

mientras esta aguanta estoicamente, desgranándose con tanta lentitud

que nadie,

absolutamente nadie,

se dio cuenta de que,

siempre,

llega la rotura.

Sigo mirando al infinito,

columpiándome entre la idea de saltar

o la de esperarte aquí.

Construyendo una nave de cartón a pedales para irnos a la línea donde acaba todo.

Aixa Bonilla

Puntuación: 5 de 5.
  1. Muchísimas gracias, de corazón, Bárbara 👽🪐 Gracias a ti por tus palabras y por acompañarme con las mías. Abrazos de…

  2. Que fuerte 🥺 hace mucho no pasaba por tu insta y vaya que me arrepentí, me encanta como escribes abrí…